miércoles, diciembre 18, 2013

Ante la pérdida de crédito del espectáculo taurino ( Paz Domingo)

La pérdida de crédito en el espectáculo de los toros está haciendo más daño que cualquiera de las prohibiciones más sanguinarias, pues ha dejado al descubierto su desamparo, o lo que es lo mismo, la necesitad de una intervención traumatológica debido a una fractura medular.
Los neurocirujanos encargados de diagnosticar el alcance de la lesión estimaron que lo primero, y más urgente, era la inmovilización del paciente. Y así se hizo. La ausencia de iniciativas reformistas no ha tenido lugar. Las asociaciones de ganaderos de reses de lidia no han puesto en marcha una autoevaluación de emergencia, ni tan siquiera un análisis serio de las funestas consecuencias de la explotación intensiva de animales descastados, de la superpoblación de material unigenético inservible y de realizar trasplantes con células madre para recuperar la esencia antes de que el cáncer sea incurable. Y de pérdidas de encastes, mejor ni hablan. Además, -como ya habrás comprobado- está el juego súper vistoso de los mandamases del escalafón torero que reclaman café para todos pero se pelean por los azucarillos; los mismos empresarios de las mismas plazas que ponen sus reales sobre la mesa a garrotazo limpio y político; los garantes de salvaguardar la integridad del espectáculo han desaparecido del mapa, que no de la comedia; los posibles denunciantes de esta impostura convocan ruedas de prensa para departir sobre los colores que mejor favorecen al traje de luces; los responsables políticos han tomado placebos para paliar el dolor del enfermo crónico elaborando un metódico plan a base de calmantes cuya efectividad no va más allá de la relajación; y así, todo de vicio. De puro vicio.


Como ya sabes, en este mundo enviciado hay algunos que mantenemos la afición, o lo intentamos

Paz Domingo (Aquí el post completo


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