La
temporada pasada, ningún torero de primera fila lidió los toros de
Alcurrucén, a excepción de Ponce y Castella, apoderado por los
Lozano. “Quizás alguno pica de más, si tenemos en cuenta como
estamos con la situación actual –reconoce José Luis-. Aquí, en
cuanto al ganadero le embisten dos toros, le vetan. El mayor pecado
de un ganadero es que le embista un toro. Como le embiste, está
listo. Ya empezamos con esa última frase que hemos sacado: un toro
exigente… será encastado, será malo, ¿pero exigente? No lo había
escuchado en la vida. ¿Y eso qué es? ¿Es bueno o es malo? ¿Ya no
quieren ni torear? Pues que le devuelvan el dinero a la gente”.
“La
prensa, antes, era el guarda de la viña y estaba obligada a enseñar
a quien no sabía. Y, después, no dejaba pasar gato por liebre. ¡Una
primera figura no se puede presentar con corridas tan indignas en
Pamplona o Madrid! Antes, le pegaban al empresario, le pegaban a él…
¿Dónde está esto? ¿Y los toreros? Todos íntimos amigos, cogidos
del brazo. Antes, que había quince figuras y nadie hablaba con
nadie. ¡Menudos pájaros había entonces! Ahora todos son
políticamente correctos. ¿Qué prensa vamos a tener? Cada uno tiene
que estar en su sitio. ¿Un torero en activo puede ser crítico
taurino en televisión? ¡Sólo critica al toro! Con lo bonitos y
agradecidos que son los silencios…”
bla,bla,bla...lo de siempre. El antes. ¿Cuándo fue éso?.
ResponderEliminarSolo aprieta el zapato cuando duele, ya le ha costado darse cuenta ........pero sea bienvenido a la Fiesta
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