Sobre la segunda corrida del desafío ganadero de Castellón
Y Comino, el toro que cerró la Feria de 2013 ayer, ha pasado ya con justicia a esa historia de la casta que ilustrará la fiesta hasta el último de los tiempos. No llegó el cuadri a sus cinco primaveras -cuatro añitos casi recién cumplidos-, pero elevó los pesos -y el trapío- hasta los 596 kilos; no fue siquiera tres veces al caballo -por el inicial cambio pedido por el diestro y la seguida tozudez del palco cuando quiso enmendar Bolívar-, pero se arrancó en ambas con alegría al galope de parado, cual alma perseguida por el diablo; y no fue exprimido por su matador por el excelente pitón izquierdo, pero enjaretó el colombiando cuatro o cinco tandas por ambas manos que aún quedan hoy en la retina del aficionado. ¿Cuántos cominos de estos les han dado a esas figuras toreriles que se enfrentan al toro más bravo de la historia?.
Antonio Mechó (Aquí la crónica completa en CríticasTaurinas.Net)
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