Sobre Fernando Villalón
Conocido sobre
todo por sus poesías y amor por el campo,
Fernando Villalón también fue un ganadero íntegro que intentó perpetuar la
casta de los antiguos toros de Arias de Saavedra […] A pesar de su alta cuna –y
heredero de un considerable patrimonio-, rompió con su clase para vivir más cerca
de las tradiciones camperas de la Baja Andalucía. Villalón parecía perseguido
por un tenaz destino, que lo conducirá a la ruina en una veintena de años,
después de roer, poco a poco, el capital agrario que había heredado, en su
búsqueda, según cuenta la leyenda, de toros bravos con ojos verdes […] Aunque
no sea la parte más visible del iceberg que dio origen al encaste Núñez, la
ganadería de Villalón también constituye una de sus fuentes primordiales, como
se verá más adelante en los apuntes de Manuel Rincón, que le compró un puñado
de animales en 1911 […] Cuando la ruina de Villalón parecía consumada, el
hierro de Adalid sería revendido por Belmonte a José María Galache,
coincidiendo con la compra de la ganadería de Curro Molina, señalada con el
hierro de Urcola. ¿Las últimas vacas de Villalón formaron parte del trato?
Adalid y Urcola eran lo mismo... Villalón se sumió entonces en sus escritos:
como no pudo criar los toros de su gusto, creó sus poemas.
Vía: Tierras Taurinas Opus 19 dedicado al encaste Nuñez
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