"Con Gallito y Belmonte se da el caso admirable de que las dos concepciones que tienen del toreo no se conservan aisladas, indiferentes, sino que empiezan por cederse, por comprenderse y acaban por fundirse. Joselito, el maestro, acepta que el toro puede llevarse más ceñido y más templado, lo que hace la regla más extrecha y los principios más exactos. Belmonte empieza a comprender que los terrenos de la plaza, si son propiedad de la Diputacón o la Maestranza, durante la lidia los poseen proindiviso el torero y el toro, y que es torero al que le toca deslindar, para saber por dónde anda. Recordamos que fue en Bilbao, en una dificultosa corrida, donde Belmonte toreó y dominó un toro como lo hubiera dominado Gallito. (...).
Y esto, sin perder ninguno de los dos su personalidad, sin parecerse el uno al otro en ningún momento, sin copiarse. (...). Gallito y Belmonte se estimulaban, se completaban de tal manera, que quien no los viera no vio el toreo completo en una tarde"
Gregorio Corrochano
Nota: las fotos 2ª y 3ª las tomé del blog "La razón incorpórea" , por cierto, organizadores de la iniciativa "Gallistas del mundo uníos" del que ya os informamos en este bliog y sobre la que también informan Paz Domingo y Rafael Cabrera .
Javier
ResponderEliminarGracias (otra vez) por la cita
Saludos
¿Pero el heredero de Gallito es El Juli, como sostienen en 'La razón incorpórea? Si es así yo me borro del homenaje, eso por descontado.
ResponderEliminarVicente Puchol. Valencia.