Escribe Antonio Lorca :
He ahí el problema: mientras que en los tiempos de Joselito y Belmonte había quien empeñaba el colchón para ver a sus ídolos, hoy se puede vivir sin los toros. Y la conclusión cae por su propio peso: se puede prescindir porque se han convertido en un espectáculo sin alma, porque se ha perdido la emoción y, por encima de todo, porque al toro bravo ya no lo conoce ni el que lo fundó.
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Texto copiado de la crónica de lo sucedido ayer en Málaga: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/08/18/andalucia/1345320724_715148.html
me gustará que los controles veterinarios después de las corridas fuera tan riguroso como los que les hacen a los ciclistas,por que un animal de 500kilos es muy sospechoso que se comporte así.Y por otra parte,por el bien de la Fiesta,es mejor ni opinar de estos espectáculos con truco,Sr Lorca y poner en su lugar una crónica de cualquier novillada de cualquier pueblo,que ahí si que se juegan la vida los chavales,que "entre todos la mataron y ella sola se murió".
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