Domingo Navarro ha sido un torero excepcional, una figura indiscutible, que ha manejado el capote con deslumbrante solvencia; ha colocado banderillas con oficio y galanura, y con general acierto ha utilizado la puntilla. Pero hay algo más: el misterio de Domingo ha sido siempre su perfecto sentido de la lidia y su inteligente colocación en el ruedo; siempre, siempre presto a ese quite imperceptible que evita el percance inoportuno.Foto: Paloma Aguilar
Excelente artículo. Este año se retiran dos toreros que admiro: El Fundi y Domingo. A éste, lo seguía en todas las corridas que veía, en directo o por TV, y siempre comentaba lo bién que estaba emplazado y lo atento al discurrir de la lidia para intervenir en caso necesario. Alguien me dijo que no era bien visto por sus compañeros, porque "chupaba cámara". No me lo pude creer, que se criticara a un torero por cumplir fiel y eficazmente con su cometido. Adiós, Domingo, torero, te echaremos en falta.
ResponderEliminarRigores-