lunes, julio 28, 2008

No debemos de dejar pasar una (Salvador Giménez)

En su blog. Copio el primer párrafo:
El cariz que está tomando la fiesta de los toros comienza a ser preocupante. El fraude se extiende como una mancha de aceite. En épocas pasadas, el engaño principal que puede existir en torno a la corrida, el afeitado de los pitones de los toros, era denunciado, perseguido y sancionado. Ahora como todo en esta vida, no tiene importancia alguna. Vergonzoso pues. Tarde tras tarde y en cualquier plaza, incluso en las denominadas de primera categoría, los animales lidiados dejan mucho que desear en cuanto a la presentación de sus defensas. Defensas escasas, aparentemente astifinas, pero que al rozar con cualquier superficie dura, llámese tablas, peto o arena, se abren terminando como una brocha de afeitar haciéndose incluso la sangre presente en la mayoría de los casos.

1 comentario:

  1. El día que los aficonados se rebelen de verdad, puede ser el día de la salvación de La Fiesta, el día que a más de uno se le acabe el chollo.

    ResponderEliminar